
Traer un bebé al mundo es una gran bendición. Durante el tiempo de espera, se sueña con cómo será el pequeñín, su sonrisa, su mirada o cómo será su carácter. Por eso, cuando Dave y Jane Daulton se enteraron de que su hijo Tommy nacería con síndrome de Down, oraron para que Dios los ayudara y fueran capaces de darle todo el amor que su hijo necesitaría.
Luego de su nacimiento, seis semanas después, la familia de Pensilvania comenzó a darse cuenta de lo valiosa que era la vida de su hijo, tal como era él.
Sin embargo, la historia no termina ahí.
Cinco años después, inspirados por la vida de su hijo y por un sueño en medio de la noche sobre tener un bebé con síndrome de Down, la pareja acordó adoptar diez niños durante las próximas dos décadas, todos con el mismo síndrome.
Lamentablemente, un niño murió a los nueve meses de regresar a casa con la familia, pero los niños restantes han alegrado a la familia Daulton. Ellos ahora tienen cinco hijos biológicos y nueve hijos adoptados.
Recordemos que este síndrome es una anomalía cromosómica que ocurre cuando un niño hereda un cromosoma 21 o adicional. La afección se manifiesta en diversos grados, pero puede afectar las capacidades intelectuales, las expresiones faciales, el funcionamiento cognitivo y el tono muscular.
Así mismo, el desarrollo del habla y el lenguaje pueden retrasarse. Otros síntomas pueden incluir pérdida de audición, apnea del sueño, afecciones en los ojos y problemas cardíacos congénitos.
Existen pruebas de diagnóstico que pueden usarse para detectar la afección prenatalmente, lo que lleva a muchos médicos a abogar por el aborto… Sin embargo, muchos padres optan por conceder la vida a su hijo a pesar del diagnóstico.
Los niños con síndrome de Down tienen la capacidad de llevar una buena vida, siendo el amor de los padres algo indispensable para desarrollarse y triunfar como cualquier otra persona.