
Superó todos los pronósticos de los médicos.
Josh Waterworth es un pequeño de 7 años originario de Surrey,
Reino Unido y desafortunadamente cuando tan sólo tenía 2 años se
contagió de un virus similar al de la polio llamado enterovirus, que lo
dejó paralizado y con pocas esperanzas de recuperarse por completo.
Lamentablemente, en julio del 2016 Josh empezó a mostrar
algunos síntomas de infección respiratoria y un poco de fiebre y aunque
al principio su mamá, Karen Waterworth, pensó que solo se trataba de un
virus común, no se imaginó que en realidad había contraído una
enfermedad que cambiaría sus vidas por completo.

Al notar la fiebre, Karen empezó a cuidar de Josh en casa
creyendo que todo iba a mejorar como en otras ocasiones, ya que él es su
tercer hijo y sabe que es común que los niños se enfermen de gripe y
otras afecciones leves. Sin embargo, Karen se asustó al ver que de la
noche a la mañana su hijo no podía mover el brazo derecho y de inmediato
lo llevó a urgencias. Una vez en el hospital, los médicos estaban
desconcertados por el rápido avance de sus síntomas y en tan sólo unas
horas, Josh tuvo que ser internado.
Lamentablemente, Josh permaneció con soporte vital durante
varios meses y después de muchas pruebas, los médicos lograron
determinar que el británico se había contagiado de enterovirus D68 y fue
diagnosticado con mielitis flácida aguda.
En una entrevista con el medio Metro UK, Karen relató que
“Había inflamación en toda su columna vertebral. Fue muy impactante, no
era solo una sección. Fue desde la parte superior del tallo cerebral,
hasta la columna vertebral. Rápidamente estaba en soporte vital. No
podía respirar, ni siquiera podía levantar la cabeza. Estaba
completamente paralizado”.

Después de estar con soporte vital, los médicos y la familia de
Josh se sorprendieron al ver que poco a poco empezó a dar signos de
movimientos musculares, ya que el pronóstico inicial era que el pequeño
no se recuperaría. Sin embargo, el caso de Josh parecía ser excepcional y
de inmediato comenzaron a practicar diversos ejercicios de movimiento y
así logró recuperar parte de la movilidad de su brazo izquierdo.
El pequeño luchador continuó con los tratamientos en el
hospital y después de 1 año internado fue dado de alta para que continúe
con un programa intensivo de rehabilitación en el Children’s Trust. De
esta manera, Josh comenzó a tener más movilidad en su brazo izquierdo y
cabeza. Después de mucha práctica logró pararse sosteniéndose con sus
manos y eventualmente aprendió a caminar otra vez.


La familia de Josh continuó apoyando incansablemente con todas
sus necesidades médicas y en julio del 2017 fue dado de alta para que
pueda irse a casa. En la entrevista con Metro UK, Karen relató que
“cuando salió del hospital, salió caminando por las puertas. Fue más
emotivo que el día en que me casé. Había entre 40-50 personas del
Children’s Trust reunidas para celebrar. Ellos realmente lo ayudaron y
él no estaría hoy cómo está si no fuera por todos ellos”.
Finalmente, Karen mencionó que después de 5 años, Josh ha
recuperado gran parte de su movilidad e incluso puede correr, “ahora
está encantado de jugar al fútbol con su amigos y dice que algún día
quiere ser futbolista”.